Permacultura: la agricultura sostenible, eficiente y eficaz

17 agosto 2021

La agricultura sostenible tiene como principal objetivo el trabajar la tierra al mismo tiempo que se respeta el ecosistema natural y su propia subsistencia. Dentro de este amplio campo de estudio, surgido como respuesta a la explotación intensiva y su impacto medioambiental, existen varios modelos que son utilizados para producir de forma alternativa y duradera: la agricultura ecológica, la agricultura biodinámica, la integrada y la permacultura.

En este post hablaremos de la permacultura, un modelo que permite sistemas de explotación de la tierra más eficientes, eficaces y sostenibles.

Qué es la permacultura y por qué es sostenible, eficiente y eficaz

La permacultura es un sistema basado en un fuerte principio: el de diseñar una explotación agrícola de forma que respete el ecosistema natural.

El término permacultura incluye los términos en inglés permanent y culture, que definen muy bien esta filosofía y su implicación en diferentes aspectos sociales más allá de la propia explotación agraria, como el diseño, la ingeniería, la gestión de recursos, etc. Se trata de una evolución del término primario y original: permanent agriculture.

La permacultura es sostenible, eficiente y eficaz porque requiere una relación casi de simbiosis entre el agricultor y la tierra. Así pues, requiere del cumplimiento de una serie de principios para poder ejecutar el modelo de forma adecuada, y algunos de ellos son:

  • Observación de la naturaleza y aprendizaje de su comportamiento.
  • Obtener energía renovable y almacenarla.
  • Producir frutos de manera sostenible.
  • Producir menos residuos.

Beneficios de la permacultura

La permacultura presenta, así pues, importantes ventajas con respecto a otros modelos de explotación de la tierra y se caracterizan por ser sostenibles, eficaces y eficientes:

  • Alternativa a la agricultura industrial.
  • Permite contar con terreno cultivable de forma permanente.
  • Recupera suelos degradados.
  • Reduce la contaminación.
  • Produce alimentos orgánicos saludables.
  • Contribuye a la reforestación, a la cooperación, a la autosuficiencia y a la solidaridad entre agricultores.
  • Presenta un uso eficiente de la energía y responsable del aire, agua, suelo…

Historia de la permacultura

Fue a finales de la década de los ’20 del pasado siglo XX cuando Joseph Russell Smith acuñó el término de ‘agricultura permanente’ en un libro sobre la plantación de árboles, en el que proponía experimentar combinándola con otros cultivos debajo. Este primer paso sirvió de inspiración para muchos agricultores, que comenzaron a practicarlo incluso en Japón, como fue el caso de Toyohijo Kagawa, pionero en su país en la década posterior. Esta publicación, además, generó nuevas investigaciones acerca de sus beneficios para la gestión del suministro y distribución del agua.

Pero no fue hasta los años ’70 cuando la permacultura explotó. Y lo hizo en Australia, donde el doctor Bill Mollison y David Holmgren desarrollaron sus ideas de sistemas agrícolas para contrarrestar los agresivos métodos instaurados tras la II Guerra Mundial. Sus opiniones, plasmadas en numerosos manuales a partir de entonces, se expandieron y generaron un debate necesario en el sector agrícola.

La permacultura es un ejemplo de cómo el ser humano puede convivir en perfecta armonía con su entorno natural, respetándolo y trabajando junto a él en la producción de alimentos. Este principio ético de eficacia y eficiencia naturales es muy importante para nosotros, por lo que en Agromediterránea trabajamos continuamente en establecer procesos de producción sostenibles que repercutan de forma positiva en nuestros vegetales.