Cultivos asociados y abonos verdes: así funcionan

29 julio 2021

Los cultivos asociados y los abonos verdes son prácticas habituales en la agricultura que tienen por objetivo establecer una relación beneficiosa entre dos vegetales, esto es, que sean capaces de potenciarse para favorecer el crecimiento u otros factores importantes.

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Qué es la asociación de cultivos

Los cultivos asociados, o asociación de cultivos, consiste en sembrar más de una especie vegetal en una misma plantación, muy cerca las unas de las otras. De tal forma, pueden obtener diferentes beneficios mientras coexisten durante todo su ciclo vegetativo. Para la utilización de estos cultivos asociados lo ideal es asignar de manera proporcional una parcela de suelo a cada una. Pero, cuidado, no debemos confundir un cultivo asociado con la mezcla de cultivos o cultivos mixtos, como por ejemplo ocurre con los cereales mezclados.

Asociación de cultivos y sus beneficios

Asociar dos o más cultivos en una misma plantación, como decíamos, tiene numerosos beneficios, pues ese es el principal objetivo de esta práctica: garantizar una relación, de alguna forma, simbiótica entre ellas. A continuación, presentamos algunos de los principales beneficios:

  • Aprovecha mejor el espacio. Al combinar diferentes vegetales en un mismo suelo, maximizamos el espacio disponible. Además, físicamente pueden ayudarse: las plantas altas resguardan a las bajas, generando un microclima que resulta beneficioso.
  • Protección frente a plagas y enfermedades. Al mezclar diferentes vegetales su concentración se reduce, limitando los ataques o transmisión de enfermedades. Además, incluir flores aromáticas como plantas de compañía puede disuadir a las plagas atrayendo a insectos que ejerzan como depredadores naturales.
  • Evita el crecimiento de maleza. En este tipo de cultivos la superficie se suele cubrir, lo que no deja espacio para luz ni para crecer la maleza o la mala hierba.
  • Alelopatía. Debido a que son dos cultivos diferentes, la producción de compuestos bioquímicos de una puede influir de forma positiva, aunque también negativa, en la otra especie. Estas propiedades hacen que los cultivos sean más ecológicos y sostenibles.
  • Acelera el crecimiento. A menudo, combinar un vegetal con otro que le aporte ciertos micronutrientes u organismos a las raíces resulta beneficioso en su ciclo vital, mejorando el crecimiento e incluso el sabor.

Cultivos asociados: algunos ejemplos

  • La técnica de las tres hermanas fue desarrollada por los nativos americanos. Consiste en plantar judías y maíz dándoles sombra a las calabazas mientras estas aportan nitrógeno al suelo. Estas tribus también cultivaban los frijoles junto a los girasoles, pues estos últimos les proporcionaban una estructura por la que los primeros podían trepar.
  • Los claveles son capaces de mantener lejos a los pulgones y a las moscas, contribuyendo así al control de plagas. Esto es así por su olor y por ciertos químicos que exudan las raíces, que además pueden atraer a las mariquitas y a las avispas, entre otros insectos, que son depredadores naturales de algunos más pequeños y perjudiciales.
  • Cultivar cebollas cerca de las zanahorias también hace que las moscas no acudan al tubérculo, algo que produce daños importantes a la plantación.

 

Historia de los cultivos asociados

La asociación de cultivos lleva practicándose siglos alrededor de todo el mundo. Uno de los primeros registros con los que se cuenta es el de China, que lleva desde la antigüedad utilizando azolla (helecho de agua o flotante) junto al arroz.

En la otra punta de la Tierra, en el continente americano, los nativos también comenzaron a desarrollar este tipo de prácticas, y aunque no existen registros, los colonizadores descubrieron en los siglos XV y XVI que la dominaban lo suficiente como para demostrar un uso continuado y lejano en el tiempo. Suyas son algunas de las asociaciones que se mantienen hoy en día, como el mencionado de las tres hermanas, o el del frijol y el girasol.

Hechos como estos demuestran que la asociación de cultivos lleva mucho tiempo con nosotros, e incluso ha tomado un papel renovado y protagonista desde los años ’70 dentro de la horticultura orgánica por sus beneficios naturales y prácticos.

Qué es el abono verde y cómo usarlo en cultivos asociados

El abono verde constituye toda planta que se cultiva en la tierra y que tiene como objetivo principal proteger el suelo y mejorar sus condiciones.

Se trata de un elemento muy útil por diferentes razones, como su rápido crecimiento, la cantidad de biomasa que acumula y el bajo coste que conlleva. Suele usarse para todo tipo de cultivos, pero en el caso de los asociados, hay que tener en cuenta que el abono verde debe sembrarse en áreas libres y en las que no entre en competencia directa con las especies vegetales destinadas al comercio o al consumo.

Algunos tipos de abono verde

Aunque puede usarse cualquier planta herbácea como abono verde, hay algunas que tienen mayor presencia en los cultivos:

  • Leguminosas: son, según los expertos, los mejores abonos verdes gracias a su capacidad de simbiosis con bacterias que, a posteriori, una vez enterradas, liberan nutrientes para que los absorban las raíces de los otros cultivos.
  • Alfalfa: si las temperaturas son adecuadas, se puede usar durante todo el año.
  • Trébol blanco: variedad muy popular por su pequeño tamaño para cubrir el suelo entre cultivos.
  • Gramíneas, que además son importantes para consumo humano y animal, como la avena, el maíz o la cebada.

Para qué sirve el abono verde

Entre todas las bondades del abono verde y los beneficios que conlleva para otras plantas, destaca que:

  • Hace crecer la cantidad de materia orgánica y de nutrientes del suelo.
  • Provoca que el agua de riego no se evapore excesivamente rápido.
  • Ralentiza la erosión del suelo.
  • Reduce el ataque de plagas y la aparición de malas hierbas.

Tanto la asociación de cultivos como el abono verde permiten llevar a cabo prácticas de agricultura sostenible que desembocan en cultivos sano y cuidados, produciendo así frutos más saludables y nutritivos. En Agromediterránea apostamos firmemente por la utilización de este tipo de ejercicios que repercuten directamente en la excelente calidad de todos nuestros productos.