Tecnología en agricultura: así es el presente y así será el futuro

19 noviembre 2021

La agricultura continúa siendo, a día de hoy, la base de la producción alimentaria y el pilar de la disponibilidad de alimentos para la población de todo el mundo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación, más de 2.500 millones de personas en todo el planeta dependen de la agricultura, la caza, la pesca o la silvicultura para su subsistencia, lo que supone un 42% de la población mundial.

A lo largo de la historia, los notables avances que ha experimentado el sector agrícola, así como la progresiva mecanización del campo, han servido para mejorar las técnicas y métodos de producción y la calidad de los productos, incrementando de esta forma la producción.

Sin embargo, pese a las últimas revoluciones agrícolas, los retos del sector son cada vez mayores y la agricultura tendrá que hacer frente a nuevos problemas a corto plazo tales como el cambio climático, el crecimiento de la población o la reducción de la superficie de tierra cultivable.

En este contexto, la tecnología agrícola ya está ofreciendo nuevas herramientas para dar respuesta a estas cuestiones, contribuyendo a aumentar la producción a la vez que está reduciendo los costes y el impacto ambiental. Y, sin duda, esta revolución tecnológica se perfila como una de las grandes soluciones del futuro para seguir solventando estos problemas.

Agricultura inteligente, una tendencia que marcará el futuro del sector

La agricultura inteligente es, básicamente, la aplicación de nuevas tecnologías al ámbito del sector agrícola incorporando las últimas innovaciones en diferentes áreas como el cultivo o la maquinaria. El objetivo es poder optimizar los recursos y mejorar la toma de decisiones gracias a la obtención y análisis de datos a través de estas innovaciones tecnológicas.

Hablamos de una tendencia al alza que marcará a buen seguro el futuro de la agricultura. Sus ventajas son múltiples y diversas. Primero por su alta digitalización y, segundo, por su automatización. Es lo que también se conoce como agricultura de precisión.

Entre los beneficios que aporta la agricultura inteligente, encontramos los siguientes:

  • Más rentabilidad. Se reducen costes en recursos como agua, energía o fertilizantes y, a la vez, se produce un uso más inteligente de los mismos. Además, esto va ligado a una mayor cantidad y calidad en la producción.
  • Mayor control sobre los cultivos. Gracias a los avances en tecnología, podemos entender mejor el comportamiento de los cultivos en función de los medios de producción, mejorando la toma de decisiones.
  • Compromiso medioambiental. Las nuevas herramientas reducen el impacto sobre el medio ambiente y son mucho más sostenibles, creando procesos de producción mucho más eficientes.

Agricultura 4.0: IoT y Big Data

La revolución del sector agrícola y el uso masivo de datos ha evolucionado hasta el punto de que ya podemos hablar de Agricultura 4.0, en la que todo está conectado.

La sensorización ambiental, el uso de drones y la teledetección, los sistemas predictivos, la inteligencia artificial, la trazabilidad y el big data son algunas de las aplicaciones que la Agricultura 4.0 ha traído consigo y que van a permitir disponer de la máxima información posible para que el agricultor pueda disponer de las mejores opciones para no fallar en sus decisiones.

En este punto, el IoT (Internet of Things) tiene un papel clave. Por ejemplo, los dispositivos conectados permiten a los agricultores saber cómo está su cultivo en tiempo real y de forma sencilla.

La automatización de procesos permitirá a los agricultores centrarse en el estudio de los cultivos y reducir el tiempo sobre el terreno. A través de la recolección y el análisis de datos, se podrán optimizar mejor todos los recursos disponibles, lo que se traducirá, con el tiempo, en una importante reducción de costes y en una mejora de la calidad del producto.

Por último, la apuesta en I+D+i también se ha trasladado al campo de la maquinaria, lo que ha permitido mejorar su eficiencia. Esto se ha traducido en un mejor rendimiento productivo de las labores agrícolas y de un mayor beneficio económico a través de un uso más sostenible de materiales fitosanitarios, fertilizantes y nutrientes o semillas.

En el apartado tecnológico, la maquinaria moderna también ha permitido introducir nuevos avances en apartados tan importantes como la siembra variable y la fertilización en base a mapas de rendimientos. Otros conceptos que se han introducido recientemente en el sector agrícola gracias a la innovación en maquinaria son la aplicación de fitosanitarios con corte automático de tramos o por lectores de clorofila, el uso de sistemas de guiado por GPS e incluso los sistemas inteligentes de riego.